miércoles, 23 de marzo de 2011

Comentario de "Por tierras de España" Campos de Castilla

Por tierras de España . Antonio Machado 
El hombre de estos campos que incendia los pinares  
y su despojo aguarda como botín de guerra, 
antaño hubo raído los negros encinares, 
talado los robustos robledos de la sierra. 
Hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares; 
la tempestad llevarse los limos de la tierra 
por los sagrados ríos hacia los anchos mares; 
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra. 
Es hijo de una estirpe de rudos caminantes, 
pastores que conducen sus hordas de merinos 
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes 
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos. 
Pequeño, ágil, sufr
ido, los ojos de hombre astuto, 
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas 
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto 
de pómulos salientes, las cejas muy pobladas. 
Abunda el hombre malo del campo y de la aldea, 
capaz de insanos vicios y crímenes bestiales, 
que bajo el pardo sayo esconde un alma fea, 
esclava de los siete pecados capitales. 
Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza, 
guarda su presa y llora la que el vecino alcanza; 
ni para su infortunio ni goza su riqueza; 
le hieren y acongojan fortuna y malandanza. 
El numen de estos campos es sanguinario y fiero: 
al declinar la tarde, sobre el remoto alcor, 
veréis agigantarse la forma de un arquero, 
la forma de un inmenso centauro flechador. 
Veréis
 llanuras bélicas y páramos de asceta 
?no fue por estos campos el bíblico jardín?: 
son tierras para el águila, un trozo de planeta 
por donde cruza errante la sombra de Caín.


                                          Campos de Castilla


Comentario de " Por tierras de España" de Campos de Castilla


Nos encontramos ante una obra de Antonio Machado, poeta y prosista español que pertenece al movimiento literario conocido como generación del 98.
Este poema está extraído de la segunda etapa de la trayectoria de Antonio machado, llamada Campos de Castilla, que se publica por primera vez antes de la muerte de Leonor. A diferencia que en Soledades, su primera etapa, ahora su mirada se vuelca al exterior y se preocupa por los problemas y la decadencia de España como podemos observar en el verso cinco “hoy ve a sus pobres hijos huyendo de sus lares”, así como por la pobreza y la ignorancia de su gente
Se atenúa el subjetivismo de sus poemas y el análisis de su interior. El paisaje ya no es subjetivo e imaginario, si no real, como aparece en los versos diez y once, se trata de las tierras de Castilla, concretamente de Soria que han calado en su alma, de las cuales destaca lo austero y lo recio.
Entre los temas aparece la preocupación patriótica, reflexiones sobre el pasado, presente y futuro de España. Tiene una visión crítica que motiva su discutida adscripción a la generación del 98. Con el tiempo esa visión se hará mas progresista, llena de confianza en “La otra España” con la que se siente comprometido
El tema principal del poema es la descripción del tipo de hombre español y del maltrato que éste da a su tierra, en este caso España. Este poema se divide en tres partes: del verso uno al ocho se describe la situación actual del hombre Español que nos define Machado y lo que hace con su tierra. Del verso nueve al veinticuatro, trata mas que nada de la descripción física de este hombre y de su carácter. La última parte está formada desde el verso veinticinco hasta el treinta y dos, donde se describe la tierra de España, concretamente la parte de Castilla y Extremadura, de la cual el autor nos cuenta su mala suerte, pues no son estas tierras las más queridas por los Dioses, si no el mal que las llena de vicios y crímenes. A lo largo del poema podemos observar como Machado utiliza un lenguaje culto y difícil de entender. Además hace referencia a los mitos cristianos como el de Caín y el del Paraíso.
El paisaje es ahora visto de forma mucho mas objetiva, será el de Castilla, concretamente el de Soria que para la generación del 98 constituía el alma de España.
Los símbolos más significativos que aparecen en este poema son el camino, que esta presente en la poesía de Antonio Machado desde sus primeras composiciones. El caminar errante ante todo es un sentimiento de pensar sin consuelo, una nostalgia de la vida que se va dejando. Por lo tanto los caminos son frecuentes símbolos de vida o aparecen asociados con esta. El tiempo es otro de los símbolos que encontramos en el poema, para Machado el tiempo es un arte eminente temporal, esta ansiedad ante el paso del tiempo inexorable de las horas y de los días tiene en la lírica machadina un punto predominante. El agua es un símbolo al que se le asocian diferentes características en función de cómo aparece en el poema, el agua representa la vida cuando brota, es símbolo de fugacidad cuando corre y símbolo de la muerte cuando está quieta o es el mar. En el poema podemos encontrar una clara referencia en el verso siete “por los sagrados ríos hacia los anchos mares”.
En cuanto a la estructura del poema está dividido en ocho estrofas de cuatro versps cada uno que tratan la época decadente en la que se encontraba España entonces. 
El poema está constituido a base de serventesios, formados por cuatro versos de catorce silabas, de arte mayor y rima consonante que tiene esquema ABAB.
Los recursos más característicos en este texto son los siguientes: metáforas “su despojo aguarda como botín de guerra”. Aparece también una clara adjetivación agrupando así adjetivos referentes al hombre español pero desde una visión negativa “pequeño, sufrido, hundidos, recelosos, …” y referidos al paisaje concretamente de Castilla y Extremadura “raído los negros encinares, sagrados ríos, anchos mares, páramos malditos”. Se pueden establecer varios campos semánticos aunque sin duda el más significativo es el del paisaje “pinares, encinares, ríos, mares, aldeas, campos, llanuras, jardín, …”. La repetición léxica es utilizada también en varias ocasiones “la forma de…”. Se observa un encabalgamiento en los versos seis y siete, diez y once, etc. Por último presenciamos en el poema una evidente personificación en el verso 19, atribuyendo al alma una característica propia de los seres humanos “alma fea”.
Como conclusión el poeta Antonio Machado consigue transmitir sus sentimientos propios de la época en la que se encontraba España y de sus hombres, mediante los recursos que ha empleado a los largo del texto para referirse a ellos. Se trata de un tema frecuente en la segunda etapa de la trayectoria de Antonio Machado
HECHO POR KENIA Y NAZARET


domingo, 27 de febrero de 2011

Comentario de "Retrato" .- Campos de Castilla

CAMPOS DE CASTILLA (1912)
XCVII  RETRATO

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.
Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

COMENTARIO DEL POEMA RETRATO


El poema que vamos a comentar pertenece al libro Campos de Castilla, publicado en 1912, que fue el tercer libro de Machado. Anteriormente había publicado Soledades (1903), su obra más modernista, y Soledades, galerías y otros poemas (1907).
Antonio Machado es uno de los más importantes poetas españoles. Perteneció a la Generación del 98, un grupo de escritores de finales del siglo XIX, coetáneos de los modernistas, que tienen en común unas preocupaciones similares respecto a la sociedad del momento. Junto a Antonio Machado destacaron Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Ramiro de Maeztu, entre otros, pertenecientes a la Generación del 98 y Rubén Darío como el máximo representante del modernismo. Todos ellos influyeron notablemente en Machado.
Campos de Castilla muestra el cambio en la orientación poética de Machado, pues su poesía se inspira en los paisajes castellanos, los hombres y la historia de Castilla, que se convierte en símbolo de España. Este libro expresa su profunda preocupación patriótica y es el que convierte a Machado en miembro de la Generación del 98. Fue su traslado a Soria lo que hizo a Machado inspirarse para escribir esta obra. Los poemas de Campos de Castilla son evocaciones al paisaje real, al áspero paisaje castellano, totalmente contrarios a los paisajes descritos en su etapa modernista. Las descripciones se convierten en meditaciones que concluyen con la contraposición del esplendor del pasado castellano con su presente monótono e incierto. Se trata de un libro breve aunque heterogéneo.
Los temas más recurrentes son la preocupación patriótica, el amor por la naturaleza y la meditación sobre los enigmas del hombre y del mundo. La preocupación patriótica le inspira poemas sobre el pasado, presente y futuro de España en los que se observa una actitud crítica. Los enigmas del hombre y del mundo desembocan en poemas de tipo intimista.
El poema Retrato (XCVII) es uno de los más famosos de Machado sobre todo por el reflejo de su figura.
El poema es un autorretrato, como su propio nombre indica, por lo tanto el tema del poema es Antonio Machado; su pasado, presente y futuro.
Podemos dividir este poema en tres partes: la primera parte consta de los versos en los que Machado habla del pasado que abarca desde […] Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla […] hasta […] y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario […], la segunda parta es la que habla de su presente que va desde […] Hay en mis venas gotas de sangre jacobina […] hasta […] el pan que me alimenta y el lecho donde yago. […] y, finalmente, la última parte habla del futuro y abarca desde […] Y cuando llegue el día del último viaje […] hasta […] casi desnudo, como los hijos de la mar. […].
Con respecto a los tópicos literarios, la vida como viaje […] y esté al partir la nave que nunca ha de tomar […].
Encontramos en esta obra un símbolo característico en la poesía de Machado en todas sus etapas: el limonero. […] donde madura el limonero […] El limonero para Machado simboliza la infancia y la alegría de su niñez. Del mismo modo observamos a alusión directa a los sentidos, tan características en Machado, en este caso al oído. […] grillos que cantan […] y […] las voces de los ecos […] y alusión indirecta al agua mediante el uso del verbo brotar […] mi verso brota de manantial […]. También encontramos un tema muy recurrente en Machado que es Dios, […] solo espera hablar a Dios un día […] pues las inquietudes de Machado son calmadas gracias a Dios, con quien confía encontrarse algún día.
El poema está compuesto por versos alejandrinos en su mayoría y, por lo tanto, de arte mayor. Asimismo, nueve serventesios son los que forman el poema. La rima del mismo es consonante en todos los versos.
Distinguimos en el texto una comparación […] como deja el capitán su espada […], y paralelismo sintáctico […] mi infancia […], […] mi juventud […] y […] mi historia […]. También encontramos hipérbaton […] algunos casos que recordar no quiero […] y encabalgamiento […] moderna estética // corté las viejas rosas […].
En el poema vemos como Machado se describe a sí mismo como un hombre modesto […] ya conocéis mi torpe aliño indumentario […] y bueno […] soy, en el buen sentido de la palabra, bueno […], también observamos la presencia de una de las inquietudes mayores de Machado, la muerte […] y cuando llegue el día del último viaje […]. También vemos como Machado alude a su etapa modernista […] la moderna estética […].
Concluimos, tras analizar el texto, que esta composición es una de las mejores de Machado, no solo por la calidad literaria de la poesía sino por la temática y el magnífico uso que éste hace de los recursos para auto biografiarse.

                             HECHO POR JORGE Y CAROLINA

viernes, 25 de febrero de 2011

Comentario del poema de Antonio Machado " Hacia un ocaso radiante"

Soledades (1903)
 XIII: "Hacia un ocaso radiante"
Hacia un ocaso radiante
caminaba el sol de estío,
y era, entre nubes de fuego, una trompeta gigante,
tras de los álamos verdes de las márgenes del río.
Dentro de un olmo sonaba la sempiterna tijera
de la cigarra cantora, el monorritmo jovial,
entre metal y madera,
que es la canción estival.

En una huerta sombría,
giraban los cangilones de la noria soñolienta.
Bajo las ramas obscuras el son del agua se oía.
Era una tarde de julio, luminosa y polvorienta.

Yo iba haciendo mi camino,
absorto en el solitario crepúsculo campesino.

Y pensaba: «¡Hermosa tarde, nota de la lira inmensa
toda desdén y armonía;
hermosa tarde, tú curas la pobre melancolía
de este rincón vanidoso, obscuro rincón que piensa!»

Pasaba el agua rizada bajo los ojos del puente.
Lejos la ciudad dormía,
como cubierta de un mago fanal de oro trasparente.
Bajo los arcos de piedra el agua clara corría.
Los últimos arreboles coronaban las colinas
manchadas de olivos grises y de negruzcas encinas.
Yo caminaba cansado,
sintiendo la vieja angustia que hace el corazón pesado.

El agua en sombra pasaba tan melancólicamente,
bajo los arcos del puente,
como si al pasar dijera:

«Apenas desamarrada
la pobre barca, viajero, del árbol de la ribera,
se canta: no somos nada.
Donde acaba el pobre río la inmensa mar nos espera.»

Bajo los ojos del puente pasaba el agua sombría.
(Yo pensaba: ¡el alma mía!)

Y me detuve un momento,
en la tarde, a meditar...
¿Qué es esta gota en el viento
que grita al mar: soy el mar?

Vibraba el aire asordado
por los élitros cantores que hacen el campo sonoro,
cual si estuviera sembrado
de campanitas de oro.

En el azul fulguraba
un lucero diamantino.
Cálido viento soplaba
alborotando el camino.

Yo, en la tarde polvorienta,
hacia la ciudad volvía.
Sonaban los cangilones de la noria soñolienta.
Bajo las ramas obscuras caer el agua se oía.



Comentario del poema de Antonio Machado " Hacia un ocaso radiante"


Este poema pertenece a “Soledades” (1903) en el que el estilo modernista de Machado viene dado por la influencia de grandes artistas como Rubén Darío, En esta etapa sus obras tienen un tono reflexivo y melancólico en las que el tema frecuente es su infancia y el paso del tiempo, lo que fue y lo que será. Los símbolos frecuentes de los que se vale Machado son: el agua, la tarde, la noria, el jardín, los caminos…

Sus poesías son intimistas e introspectivas, en ellas Machado trata de escapar de la realidad y conocerse a sí mismo. De esta necesidad surgen los libros de “Soledades” y “Soledades, galerías y otros poemas”, que consiste en una modificación del libro de “Soledades” y una adición de otros poemas que son menos modernistas y en los que se encamina hacia la sencillez expresiva y en ocasiones incluso parece mantener un diálogo dentro del propio poema con su voz interior, aunque lo que nunca cambia durante su vida poética es el uso de símbolos.
El mayor cambio en su estilo se observa en el libro “Campos de Castilla”, donde Antonio Machado comienza a escribir sobre el paisaje, los hombres y la historia de Castilla y en el que se identifica con las preocupaciones de la Generación del 98.
En sus últimos tiempos, después de la muerte de su mujer Leonor, sus estilos varían de un libro a otro:
En “Proverbios y cantares” expresa sus reflexiones filosóficas.
En “Nuevas canciones” (1924) sus obras se inspiran en coplas populares.
Durante su estancia en Segovia, el amor que siente por Pilar Valderrama le lleva a escribir “Canciones a Guiomar”.
Sus últimas obras fueron las “Poesías de guerra”.
Los temas principales de esta obra de Machado son la melancolía que siente por el paso del tiempo, por ese eterno caminar hacia la muerte y ese río que es la vida que no se detiene ni un momento. El poeta va caminando por la vida sin saber que le deparará siempre mirando hacia ese crepúsculo que describe como un ocaso radiante.
El poema se divide en tres partes según el tema que trata. En la primera parte, que abarca desde “Hacia un ocaso radiante” hasta “El agua en sombra” Machado se auto describe andando por un camino en el que el paisaje es radiante y él se siente melancólico hasta que llega a un puente, donde comienza la segunda parte del poema, en el que se para a meditar sobre la muerte, ese río que inevitablemente irá a parar al mar. Por último, Machado vuelve a ese camino que todavía no desembocará en el crepúsculo mientras la tarde se vuelve polvorienta, triste y oscura para él.
A lo largo de la obra identificamos numerosos símbolos y tópicos literarios. Se nombra en repetidas ocasiones la tarde, que no solo es una recurrencia muy empleada en este poema sino que el poeta la utilizaba con frecuencia en todas sus obras. Representa el paso del tiempo, la juventud que ya no está. El agua, el río, que en este poema simboliza la vida que inevitablemente irá a parar al mar que para Antonio Machado es la muerte. El camino es su vida, todo lo que ha caminado y le queda por caminar componen la vida entera del autor. Los tópicos literarios también son muy frecuentes en el artista y en ese caso son el “tempus fugit” que representa el paso del tiempo inevitable llegada de la muerte. “El homo viator” que caracteriza al hombre como un caminante que va andando por el sendero de su vida.
Desde el punto de vista métrico, el poema se compone de versos de métrica variada, se combinan cuartetos (versos del 15 al 18), serventesios (versos del 1 al 4) y pareados (versos 13 y 14).
Gran parte de las obras de Machado están llenas de subjetividad, porque el poeta realiza un viaje a sus recuerdos y sus sentimientos, por lo que el uso de adjetivos es más frecuente. A lo largo de todo el poema los símbolos que emplea en esta obra se acompañan de adjetivos. Como por ejemplo, “una tarde polvorienta” en el que este adjetivo le confiere a la tarde unas sensaciones de tristeza, melancolía, angustia…; otro ejemplo es “el agua sombría”, que representa, para Machado, el tenebroso paso del tiempo.
En la obra, encontramos algunas personificaciones: “¿Qué es esa gota en el viento que grita al mar: soy el mar?”, “Lejos la ciudad dormía”.
Este poema tiene ciertas expresiones que hacen que lo relacionemos con la etapa del modernismo, como: “Yo caminada cansado, sintiendo la vieja angustia que hace el corazón pesado”. La relación que esta frase mantiene con ese estilo literario es la marcada introspección que refleja aquí Antonio Machado. Otro ejemplo sería “la tarde polvorienta”, que también se identifica con el estilo porque representa la felicidad que el tiempo se ha llevado.
Como podemos observar al leer esta obra las intenciones de Machado se ven muy claras en ciertas frases. Su idea de la inevitable muerte se ve reflejada en algunas ocasiones, sin embargo, la más clara es “Donde acaba el podre río la inmensa mar nos espera”, observamos que la muerte para el escritor es un tema importante e incluso algo temido para él. Otra frase que marca las ideas del poeta es “Yo, en la tarde polvorienta…” en la que una vez más Antonio Machado hace notar su angustia por la vejez y por ello acompaña la palabra tarde con ese adjetivo.
Actualmente, y desde la antigüedad, los seres humanos estamos hechos para vivir en la época en la que hemos nacido y hacer que nuestra vida transcurra el mayor tiempo posible, experimentando momentos tanto tristes como alegres, que son los que más se acentúan en nuestros recuerdos. Vivimos con el constante miedo a la muerte, debido a la incertidumbre de lo que conllevaría el morir, sobre todo, el hecho de perder nuestros momentos felices y a nuestros seres queridos. Aún así, a pesar de saber que esta realidad tan terrorífica llegará algún día debemos seguir viviendo. De esta manera, Machado refleja a la vida como un largo camino por recorrer, sin saber l que deparará el futuro, y la muerte como el final inevitable y sombrío de dicho camino.
En definitiva, según Machado, la vida es un largo, pero limitado paso del tiempo, que concluye con la vejez. En este período, se vivirán un incontable número de experiencias y momentos, pero finalmente deben desembocar en el abismo de la muerte, una idea de la que todo ser debe ser consciente. El propio poeta expresa que la vida es un largo camino que debe recorrerse y, sobre todo, vivirse de la mejor manera posible, ya que se debe disfrutar del camino hasta llegada del momento sombrío de la muerte.
                                                         
Hecho por  Ester y Kristina

miércoles, 2 de febrero de 2011

Comentario de "He andado muchos caminos" .- Soledades

SOLEDADES ( 1903)
II .- He andado muchos caminos.
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares           

 y atracado en cien riberas.                        
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.

y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.

Mala gente que camina
y va apestando la tierra...

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.

y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.  






COMENTARIO DE LENGUA.- POEMA II DE SOLEDADES. ANTONIO MACHADO
               El autor de este poema es Antonio Machado uno de los poetas españoles más importante y transcendente. Antonio Machado Ruiz nació en Sevilla en julio de 1875.Este es el poema número II del libro Soledades (1903), el primero de los libros de Machado perteneciente a la primera etapa del poeta, la cual está claramente influida por el movimiento modernista y más concretamente por Rubén Darío. Se buscaba la evasión de la realidad. Los poemas de esta etapa tienen una simbología común: la tarde, el camino, Dios etc. Los temas del libro Soledades son los característicos del intimismo modernista, se hace preguntas existenciales, evocaciones del paisaje, el amor... Años más tarde, en 1907,  escribe "Soledades, Galerías y otros Poemas" en el que el poeta eliminará los poemas más modernistas del anterior e incluye otros nuevos. Ambos libros son intimistas  y simbolistas. En  Campos de Castilla el libro posterior a Soledades, Galerías y otros Poemas, se observa claramente un giro en su obra. Se centra principalmente en los problemas de la gran decadencia de la España de la época, adaptando el espíritu regeneracionista e incluyéndose a los escritores de la Generación del 98, grupo del que él no considera formar parte.
               El tema del texto es el transcurso de la vida y las diversas formas de afrontarla y como es habitual en la primera etapa Machadiana la búsqueda de la propia identidad y de la felicidad.
La estructura de este poema es bastante clara se divide en dos partes:
-La primera parte que se compone de los versos 1,2,3 y 4 sería una introducción.
-La segunda parte que sería del verso 5 al verso 30 sería la descripción de lo vivido, esta segunda parte a su la podríamos dividir en otras dos.
- Del verso 5 al 14 que expresaría la experiencia de lo negativo
- Del verso 15 hasta el 30 la experiencia de lo positivo.
               En los primeros cuatro versos que componen la primera estrofa de "He andado muchos caminos", el poeta, como viajero cuenta su experiencia de haber estado en todos los lugares posibles, siendo muy observador de las personas y ha visto la parte terrible de la vida aunque también ha podido observar la parte positiva de ella y la felicidad de hombres que, en su manera de vivir, van dejando que cada experiencia llegue sin prisa como muestra en los versos 21, 22 y 23. Machado a lo largo de todo el poema compara dos estilos de vida totalmente contrapuestos el de "aquellos melancólicos borrachos" o  mala gente, y la de la buena gente, que disfrutan la vida con cada experiencia que tienen de ella.
               Además en el poema podemos encontrar otros temas recurrentes como el juego (" gente que danzan o juegan"); el trabajo ("laboran sus cuatro palmos de tierra"); el viaje; y la muerte ("descansan bajo la tierra").
               Uno de los símbolos más claros que podemos encontrar frecuentemente en la poesía de Machado es el camino que simboliza la vida.
               Otro símbolo clave para analizar y comprender que en  el poema el hombre es un caminante en su propia vida es el viajero, que se nos presenta en primera persona del singular, convirtiéndose así en el narrador de su viaje.
               Podemos ver y valernos para comprender el poema de las referencias o alusiones que el poeta hace de los sentidos a la vista, al oído, al gusto etc: "Miran, callan y piensan" ; " Y en todas partes he visto"; "Donde hay vino, beben vino"...
               Los tópicos literarios que se encuentran en el texto literario son dos:
               -Homo viator: la vida es un viaje que hay que recorrer. Éste tópico destaca por el uso de elementos referentes a la vida de un viajero como son las palabras: camino, veredas, he andado, cabalgan entre muchos otros.
               -Tempus fugit : Existe el devenir de la vida y el final del imparable viaje de la vida es la muerte.
               El II poema de Soledades es un romance puesto que se componen de versos octosílabos en estrofas de cuatro versos cada una. Presenta una rima asonante en los versos pares quedando libres los impares.
               Hemos observado numerosos recursos estilísticos. El paralelismo sintáctico en los tres primeros versos ("he andado muchos caminos/ he abierto muchas veredas/ he navegado cien mares") que junto con el uso del pretérito perfecto del indicativo nos sitúa en el tiempo en el viaje de su propia vida. Las hipérboles como "he navegado cien mares" o " y atracado en cien riberas". La sinestesia presente en la segunda parte del poema " En todas partes he visto / caravanas de tristeza." Como metáfora podríamos destacar "mula vieja"  que es una metáfora de algo antiguo, de una costumbre o tradición. Antonio Machado hace referencia a la muerte mediante un eufemismo que lo podemos encontrar en el último verso del poema, que sería -descansan-, descansar. Otro recurso son las antítesis "mala gente(...)" frente a  " buenas gentes (...)", y anáforas mediante la repetición de -he- "He andado muchos caminos / He abierto muchas veredas", la repetición de -donde- "Donde hay vino, beben vino / donde no hay vino, agua fresca" y también la repetición anafórica de -que- "que miran, callan y piensan/ que saben porque no beben".
               Como bien hemos mencionado antes, al principio del poema Machado  utiliza el pretérito perfecto de indicativo que  también aparece en los versos 5 y 15. Salvo en estas ocasiones en el resto del poema predomina en presente de indicativo (" que miran, callan y piensan"). El poema finaliza también con un presente de indicativo (" descansan bajo la tierra"), pues la muerte siempre es el fin de la vida de cualquier ser humano y siempre está presente en ella.  El escritor se vale o se ayuda del uso de diferentes tiempos verbales para situar a los lectores en el tiempo en que va transcurriendo su viaje, su vida.
               El poeta hace uso de adjetivos especificativos "mula vieja";  "agua fresca"; " soberbios y melancólicos"
               El poema que hemos comentado es un poema con un léxico bastante sencillo. La métrica no tiene una clara influencia modernista pues el romance es más bien una composición tradicional y popular, aunque si hay ciertas innovaciones.
               En definitiva y como conclusión, consideramos como Machado que en el camino de la vida existen dos clases de personas: las que disfrutan de ella e intentan vivirla lo mejor que pueden o que se les permite,  y las que se disponen a dejar que pase la vida, contemplándola sin hacer nada (" que miran, callan y piensan").
HECHO POR IRENE Y NATALIA

jueves, 20 de enero de 2011

Comentario del poema “ Fue una clara tarde, triste y soñolienta”


Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta...
La fuente sonaba.
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abriose la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
golpeó el silencio de la tarde muerta.
En el solitario parque, la sonora
copia borbollante del agua cantora
me guió a la fuente. La fuente vertía
sobre el blanco mármol su monotonía.
La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,
un sueño lejano mi canto presente?
Fue una tarde lenta del lento verano.
Respondí a la fuente:
No recuerdo, hermana,
mas sé que tu copla presente es lejana.
Fue esta misma tarde: mi cristal vertía
como hoy sobre el mármol su monotonía.
¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares,
que ves, sombreaban los claros cantares
que escuchas. Del rubio color de la llama,
el fruto maduro pendía en la rama,
lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, hermano?...
Fue esta misma lenta tarde de verano.
—No sé qué me dice tu copla riente
de ensueños lejanos, hermana la fuente.
Yo sé que tu claro cristal de alegría
ya supo del árbol la fruta bermeja;
yo sé que es lejana la amargura mía
que sueña en la tarde de verano vieja.
Yo sé que tus bellos espejos cantores
copiaron antiguos delirios de amores:
mas cuéntame, fuente de lengua encantada,
cuéntame mi alegre leyenda olvidada.
—Yo no sé leyendas de antigua alegría,
sino historias viejas de melancolía.
Fue una clara tarde del lento verano...
Tú venías solo con tu pena, hermano;
tus labios besaron mi linfa serena,
y en la clara tarde dijeron tu pena.
Dijeron tu pena tus labios que ardían;
la sed que ahora tienen, entonces tenían.
—Adiós para siempre la fuente sonora,
del parque dormido eterna cantora.
Adiós para siempre; tu monotonía,
fuente, es más amarga que la pena mía.
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruïdo abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
sonó en el silencio de la tarde muerta.
                                                      Antonio Machado

1.- Contextualización .
El poema pertenece a Soledades,  el primero de los libros de Machado, todavía muy influido por el Modernismo. Como veremos a lo largo del comentario, el poeta desarrolla en el texto muchos de los motivos que aparecerán en toda  su primera etapa. Se trata de un poema propio del intimismo modernista  característico de  Antonio Machado. El Modernismo, de la mano de Rubén Darío , supuso una renovación de la estética de su tiempo. Los poetas, que rechazan la estética realista de la época anterior, buscan la evasión de una realidad que no les agrada, recreando lugares y momentos alejados en el tiempo y en el espacio. Tomando como modelo al Parnasianismo francés, buscan la perfección formal. También de los simbolistas franceses toman el gusto de sugerir por medio de símbolos.
En Machado encontramos que ese deseo de escapar de la realidad, le lleva a ahondar en su intimidad, en un intento de desentrañar su propio mundo interior. Fruto de esta influencia modernista surgen dos libros fundamentales : Soledades y Soledades. Galerías y otros Poemas, ambos profundamente simbolistas e intimistas.
En su obra posterior, el poeta irá buscando su propia voz poética y se irá alejando de la estética modernista hasta lograr la sencillez expresiva y un tono casi conversacional. Sin embargo, el uso de los símbolos y del epíteto, la subjetivación del paisaje, propios de esta primera época, los mantendría prácticamente durante toda su obra.
En Campos de Castilla, que seguirá a Soledades, Galerías y otros poemas se  observa ya un giro muy importante en su obra. Su mirada se vuelca al exterior, hacia los problemas de la decadencia española, con lo que se inserta dentro del espíritu de los regeneracionistas situándose en la línea de los escritores de la Generación del 98. A Campos de Castilla seguirá  Nuevas Canciones, libro breve y heterogéneo que en  algunos poemas todavía recuerda a Campos de Castilla aunque con menor emotividad. Después, Machado ya no escribirá ningún otro libro independiente de poemas, sino sus Poesías Completas, donde se irán recogiendo en sucesivas ediciones sus nuevas composiciones: Proverbios y Cantares, Canciones a Guiomar, Poesía de Guerra. 

2.- Caracterización .
El tema del texto es la búsqueda del tiempo pasado, que se podría concretar en la búsqueda de la infancia y la juventud perdidas.
Si bien creemos que es éste el tema fundamental del poema, encontramos  también otros: la nostalgia por el paso del tiempo, el recuerdo, la soledad, la angustia ante la incertidumbre de la vida , la búsqueda del sentido de la vida.
En el texto parecen superponerse y confundirse dos momentos en la visión del poeta. Por un lado su llegada al jardín ajado y decadente (“...la hiedra negra y polvorienta” , “ la puerta de hierro mohoso..” ) parece situarnos en un triste presente . Por otro lado, el sonido del agua le hace trasladarse a un pasado más alegre y juvenil. El diálogo con la fuente, uno de los motivos centrales del poema, es clarificador : “ Fue esta misma tarde...”. El poeta, situado en este pasado/presente, acude a su interlocutora en busca de respuestas personales (“...cuéntame mi alegre leyenda olvidada...”), para descubrir al fin que su angustia es un sentimiento viejo, que le ha acompañado desde su juventud (“...la sed que ahora tienen, entonces tenían...”)
En el texto encontramos una serie de símbolos y motivos que se repiten en Soledades    y que nos ayudan a interpretar el poema : la tarde, que  simboliza el paso del tiempo, el jardín ajado, la infancia y la juventud pasadas, la fuente y el agua la vida, los frutos amarillos en el árbol, la juventud y la esperanza juvenil.


El tema se estructura en tres partes. La primera es la llegada del poeta al marchito jardín  y la descripción de los signos del paso del tiempo en él (versos 1- 12). Aquí encontramos la primera referencia al yo del poeta (“ me guió”), con lo que entendemos que se trata de un paisaje subjetivo.
En la segunda parte se desarrolla el diálogo entre el poeta y la fuente (versos 13- 36). En esta parte se van alternando las voces de ambos, haciendo referencia a un pasado y un presente que parecen confundirse, como ya hemos indicado antes.
La última parte está constituida por los cuatro últimos versos. El poeta sale del jardín. Se repite la segunda estrofa del poema, es de nuevo el presente, con su decadencia, (“...vieja cancela...hierro mohoso...silencio...tarde muerta”).
El poema queda así, desde el punto de vista de la estructura perfectamente cerrado, de la misma forma que se cierra la puerta del jardín. La juventud definitivamente ha quedado atrás.

3.- Justificación del carácter literario del texto.
Desde el punto de vista métrico, nos encontramos con una composición en la que se combinan versos dodecasílabos y hexasílabos, con predominio de los primeros. La organización estrófica varía, pues encontramos combinación de serventesios y pareados. La rima es consonante. Todo ello constituye una muestra de la renovación métrica propia del Modernismo, cuyos usos se adaptaban a las necesidades expresivas del poeta.
El texto se encuentra desde el comienzo perfectamente ubicado en el tiempo, aunque se trate de una percepción subjetiva del mismo: como ya hemos indicado antes, pasado y presente parecen superponerse y confundirse en algunos momentos. Desde el primer momento nos llama la atención el conjunto de unidades lingüísticas que expresan el paso del tiempo:  adjetivos especificativos (mohoso, lejano, presente, maduro)  y epítetos (polvorienta, vieja, antiguos,...);  sustantivos (tarde, verano); adverbios (hoy, entonces, siempre, ahora...). En cuanto a los tiempos verbales empleados, la combinación del presente  (recuerdo, recuerdas, sé, escuchas) con el pretérito perfecto (rechinó, sonó, respondí...), con  el imperfecto de indicativo, con sus respectivos valores de atemporalidad (presente), tiempo pasado que el hablante percibe como lejano y concluido (pretérito perfecto ),  y pasado sin ningún tipo de referencia al final de la acción ( pretérito imperfecto), contribuyen a esa sensación de superposición de momentos que hemos detectado en el poema :pasado y presente.
A esta impresión de temporalidad del poema, contribuye la repetición de elementos: versos (“ fue una clara tarde..,” ) , paralelismos sintácticos ( “ Yo sé que..”, “ ¿Recuerdas hermano?” ) los paralelismos antitéticos ( “ Yo no sé..”, “ No recuerdo, hermana..”) , muchos de los adjetivos ( vieja, presente, ..) y adverbios ( siempre, ahora...). Por otro lado las repeticiones “ Yo sé que...”, “ Yo no sé..” subrayan la idea de incertidumbre, de búsqueda que señalábamos al comienzo.
También la gradación a la que son sometidos una serie de adjetivos, son reflejo de ese paso del tiempo presente en el poema:clara tarde , tarde lenta, tarde triste, tarde muerta.
También es posible agrupar, dentro de los recursos que indican el paso del tiempo, una serie de antítesis:  ahora / entonces, alegría / melancolía, ruido/ silencio, que se corresponderían con el pasado (entonces, alegría, ruido) y el presente (ahora, melancolía, silencio).
Algunos de los elementos del poema aparecen personificados: la tarde (soñolienta), el agua ( cantora ) , el parque ( dormido ) , pero sobre todo la fuente. La personificación de la fuente es clave en el texto, ya que la parte central del mismo lo constituye el diálogo entre ella y el poeta. Es ella la única que parece conocer las claves del pasado (“ yo no sé leyendas de antigua alegría...”, “ tú venías solo con tu pena...”, “ la sed que ahora tienen entonces tenían...”) . Con este descubrimiento el poeta parece comprender que la juventud y la infancia están definitivamente perdidas, lo que subraya con varias reiteraciones: primero del enunciado “ adiós para siempre”; luego, de la segunda estrofa completa: con el ruido de la puerta cerrándose en el silencio de la tarde, parece cerrarse también definitivamente esa parte de su vida.
Hay que notar también la presencia de algunas metáforas, varias de ellas referidas al agua que por momentos aparece clara y alegre (“ la sonora copla borbollante”, “  claro cristal de alegría”, “ bellos espejos cantores”) o triste y melancólica, como el propio poeta (“ la fuente vertía / sobre el blanco mármol su monotonía”).
Finalmente , antes de concluir este apartado, queremos hacer notar , como recursos característicos de la poesía modernista, el uso sinestésico de algunos adjetivos (  agrio ruido , amarga monotonía ), la apelación que se hace desde el poema a algunos de los sentidos, especialmente del oído y de la vista : en primer lugar queremos hacer notar el silencio que predomina al comienzo y al final del texto, sólo roto por el chirrido de la cancela al cerrarse ( “ rechinó” , “ golpeó el silencio de la tarde muerta” ), el agua parece sonar a lo lejos ( “ la fuente sonaba”) , dentro del jardín . Pero cuando el poeta penetra en el jardín , símbolo de su infancia, el poema se llena de sonidos alegres ( “ La sonora copla borbollante..”, “ la fuente cantaba..”, “ tus bellos espejos cantores”, “ la fuente sonora” ).
También el poema está lleno de matices cromáticos, unos claros, amables y alegres (el pasado): blanco mármol, clara tarde,  del rubio color de la llama... y otros oscuros y tristes ( el presente ) : negra y polvorienta, la fruta bermeja.             

4.- Opinión del autor sobre la cuestión planteada al comienzo y que podemos observar en el texto.
En el poema, especialmente a partir del verso 28, Antonio machado expresa de diversas formas su angustia e insatisfacción ante la falta de sentido de la propia vida. Para ello emplea una imagen que lo ilustra magníficamente: “...la sed que ahora tienen entonces tenían..”. La imagen contiene en sí misma la idea de búsqueda y de insatisfacción . Los problemas y la angustia existencial están muy presentes en la obra del poeta, no olvidemos la influencia de la filosofía existencial que tiñó de pesimismo gran parte de la producción de algunos autores del 98.
En cuanto a la idea de la muerte, creemos que aparece insinuada al principio y al final del poema (“... sonó en el silencio de la tarde muerta...” ) , pero especialmente esa capacidad evocadora parece tenerla en el verso con el que se cierra el poema. Parece así que la muerte aparece identificada con el silencio, con la nada en una visión bastante escéptica y pesimista.  

5.- Opinión del alumno sobre la cuestión planteada al comienzo .
En nuestra sociedad, en la que estamos sufriendo  una crisis de valores, la búsqueda de un auténtico sentido de la vida parece una tarea vana. Estamos en  una sociedad materialista y consumista, en la que se busca  la rápida consecución de unos objetivos económicos que  nada o poco tienen que ver con el auténtico sentido de la vida.  Si el éxito no llega pronto, se busca el aturdimiento como antídoto contra el fracaso. Como parece indicar Machado en el texto, la verdad está dentro de nosotros mismos y hoy no parece haber  tiempo para buscarla.
Como Machado, nosotros creemos que la única respuesta al sentido de la propia vida está en el interior de cada uno. Es esencial que nos esforcemos en encontrarla porque sólo si somos capaces de hacerlo, encontraremos al mismo tiempo la huidiza felicidad.